autobiografia
Me llamo Malena. De chiquita lo primero que escuchaba cuando me presentaba ante alguien mayor a treinta, ya sea un profesor o algún amigo de mi papá, era la canción “Malena canta el tango”. A pesar de ese chiste repetitivo, mi nombre siempre me gustó. A los ocho años me contaron que, hasta dos días antes de mi nacimiento, me iban a llamar Magdalena. Gracias a Dios no pasó, no me gusta para nada ese nombre, y menos aún el apodo: Maggie. Horroroso. Nací en Buenos Aires y, sinceramente, no me veo viviendo en ningún otro lado. Me encanta esta ciudad. De chiquita quería ser escritora cuando crezca. Lo había decidido a los diez años después de terminar de leer un libro y ver páginas en blanco sobrantes al final del mismo. Me veía a mí misma llenando esas páginas con mis propias palabras. A los tres meses, ya se me habían ido las ganas. Por la cabeza se me atravesaron millones de estilos de vida que quería seguir: abogada, médica, periodista, cocinera. Esta última duró bastante, unos tre...